La Segunda Semana de Viviendo la Cuaresma, que va desde el segundo Miércoles hasta el tercero, la vamos a dedicar a la purificación de nuestro Cuerpo Vital con el ayuno, esto es saltándose el desayuno, de tal forma que retrasemos nuestra primera comida diaria hasta el mediodía, no se debe prolongar más allá de este ciclo. Nuestro ayuno consistirá en no comer absolutamente nada, salvo beber agua con el jugo de un limón sin azúcar como agente digestivo y desintoxicante cada vez que nos de sed.
Durante esta semana no nos olvidaremos de SONREÍR, ya que la risa es la purificadora por excelencia para las negatividades pegadas al Cuerpo Vital, por lo tanto, en este ciclo de siete días de Viviendo la Cuaresma es bueno considerar un poco de alegría y buen humor, no olvidemos que “LA RISA ES UN APORTE A LA VITALIDAD DEL ALMA”. La Purificación cuando es triste y forzada es una purificación fallida.
Recordemos que es un sacrificio y, como tal, lo debemos asumir con alegria, mucho amor y devoción rememorando las palabras de Jesús que dijo: “Y cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas; porque ellos desfiguran sus rostros para mostrar a los hombres que están ayunando. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa”.
SALUDO SOLAR
Vas a realizar durante esta semana el “Saludo Solar” que recomienda hacer el Maestro Saint Germain, de preferencia al amanecer para vitalizar tu Cuerpo Vital: lo vas a hacer de pie, mirando en dirección al Este y decretando mental o verbalmente con firmeza: “¡Magno Dios en mí!, asumo ahora Tu Eterno Amanecer, recibiendo tu Magno Esplendor y Actividad, que se experimentan y manifiestan visiblemente en mí”.