TIEMPO DE DIOS
Por Fernando Castro
Santiago de Chile, 30 de julio de 2021
El Profeta Isaías, dice: “Buscad a Dios mientras pueda ser hallado, llamadle en tanto está cercano…”. Esto es un llamado a confiar en que Dios siempre está presente, porque su tiempo es oportuno, favorable, señalado y preciso. Sin embargo, cuando estamos en medio de una situación, angustiados, no podemos hallar a Dios a causa de nuestro descontrol y resistencia, y olvidamos que para encontrar a Dios, hay que considerar lo que dice el Salmista: “Estad quietos, y conoced que Yo Soy Dios”. Primeramente debemos saber que el sentido de “estar quietos”, es dejar de luchar con las circunstancias porque esto es lo que nos dará la posibilidad de darnos cuenta de la Presencia de Dios en nosotros y de Su Poder para resolver toda situación. Dios mora en la inmutabilidad de nuestro Ser, de manera cercana, inmediata y contigua, no obstante, para llamarlo debemos estar quietos porque la incertidumbre y la desesperación nos aleja de Él, aun cuando esto nos haga pensar que Dios se ha alejado, lo que en verdad sucede es que somos nosotros los que nos alejamos con nuestra intranquilidad. Por eso, hay que ser oportuno en buscar a Dios, y esto es ahora, en este momento, no mañana ni después.
Buscar a Dios no es una actividad religiosa o cumplir determinado tiempo de meditación, aunque, sin lugar a dudas la búsqueda de Dios incluye la meditación y el estudio de la Enseñanza Espiritual, pero lo importante es dejar de actuar incorrectamente, dejar los pensamientos negativos y volverse a la práctica de la Presencia de Dios, confiando en todo momento que Dios es nuestro amparo y fortaleza. Esto es confiar en que Dios nos cobija y que nos da la capacidad para sostenernos ante cualquier adversidad.
Tiempo de Dios es saber que Él es nuestra pronta ayuda en el sufrimiento, por lo tanto, no hay nada que temer, aunque lo que considerábamos permanente y seguro sea removido, y los bajones emocionales intenten sacarnos de lo alto.